Como hacer de un trineo un coche de paseo
Siempre lo rodeaba todo con la luz de su lámpara de mesa. Todos los días soñaba con encontrar aquello con lo que soñaba de pequeño cada noche, sin llegar a recordarlo ni por un momento mientras jugaba en el patio de la vieja casa del abuelo. Una terraza llena de musgos, un recibidor sucio y de poco mas de un metro cuadrado y al fondo la cocina , verde...un color escogido por el abuelo, el verde siempre le pareció lo mas indicado.
Rozaba la noche con el dedo apuntando al infinito y no vio el tiempo pasar de largo sin avisarlo, llegó un momento en el que sus juguetes se apilaron en el recibidor, llegando a la cocina, donde abundaba el gris y el verde quería desaparecer por completo. Solo la sombra y el recuerdo y un olor a frio.